ABBAMANIA EN ESTADO PURO
Abba fue
desde sus inicios una máquina de hacer dinero. Sus más de 378 millones
de discos vendidos por todo el mundo dan fe de ello y con éxitos que nunca
cesan como Chiquitita, Danching Queen ,Gracias por la Música, Fernando, Mamá Mía, etc.
Toda una galaxia musical y cuatro vidas rebosantes de fama que han quedado perfectamente resumidas en el
Museo Abba instalado en el Centro de la Fama de Estocolmo. Pero nada más
asomarse a la primera sala uno descubre que esto es algo más que un museo.
Fotografias, discos de oro, trajes, recuerdos personales y todo tipo de objetos
conforman este centro en el que se rinde tributo a uno de los más grandes
grupos musicales de la historia de Suecia.
De
hecho, en Suecia, se habla de la "Abbamanía", algo que queda claro en este recinto donde muchos de los visitantes vienen disfrazados de algunos de
los componentes del grupo. ¡Y la verdad es que hay que ser hortera!
Está claro
que en 1974, con el estallido de
Waterloo en el Festival de Eurovisión, nadie cuestionaba la vestimenta de
aquellos cuatro jóvenes suecos desconocidos para el gran público aunque todos
ellos, por separado, tenían cierta trayectoria musical a sus espaldas. ¡Y tenía
que ser Brighton y tenía que ser 1974!
En el panorama musical estaban los
Beatles y los Rolling pero también Deep Purple, David Bowie, Bob Dylan, Jethro
Tull, Supertramp, etc. al tiempo que se formaba The Ramones, probablemente una
de las primeras bandas punk, tal vez la primera.
Hacer el amor y no la guerra estaba un poco
"demodé" así que las flores en el pelo y las faldas largas y sedosas
habían dejado paso a otro tipo de vestimenta más acorde con "la
modernidad". Y ahí es donde entra Abba con sus trajes imposibles, hortera
a más no poder, y con tanto artilugio y floripondio que parecen sacados de una
pesadilla.
Curiosamente ahora se ha sabido que está no era exactamente la
estética del grupo sino más bien la estética de la "desgravación de
hacienda". Y es que la vestimenta de las actuaciones solo eran
desgravables según la legislación sueca si se trataba de ropa que un ser humano
normal no se pondría para ir a la oficina.
Gran parte de estos "disfraces"
han quedado expuestos en el Museo para regocijo de los miles y miles de fans
que desde hace ya casi un año tienen la oportunidad de bucear en su personal
"abbamanía".
La mayoría se sumergen de lleno en la historia con el Audioguía que nos traslada a los momentos más importantes del grupo, desde su fundación hasta su disolución. Pero la visita no acaba ahí porque esto es algo más que un museo, insistimos, esto es una oportunidad única de poder vivir la música de Abba, interpretarla a lo "karaoke", grabar esas interpretaciones y llevarlas a casa o de participar en concursos sobre
No hay comentarios:
Publicar un comentario