lunes, 10 de febrero de 2014

EL TRANSIBERIANO - LA MAYOR FORTALEZA DEL MUNDO

EL TRANSIBERIANO - LA MAYOR FORTALEZA DEL MUNDO    

Uno de los grandes mitos de la ciencia es que la Muralla China se ve desde el espacio.
Una auténtica leyenda urbana que según los expertos significaría que el ojo humano podría ver un cable de 2 cm de diámetro a medio kilómetro de distancia y tan siquiera el ojo más perfecto es capaz de semejante hazaña. Pero este hecho no  desmerece la grandiosidad de una obra que se creó con fines muy determinados, aunque luego funcionó para cosas muy diferentes,  y cuya construcción está rodeada de leyendas, algunas de ellas llenas de crueldad. Pero tampoco esto desmerece la inmensidad de esta obra que recorre gran parte de China y que en uno de sus tramos se encuentra muy cerca de Beijing. 
La fortaleza fue construida y reconstruida entre los siglos V a.C. y el siglo XVI con el objetivo de proteger al pueblo chino de las invasiones de los bárbaros que llegaban de Mongolia y Manchuria. Las últimas mediciones, contando con ramificaciones y construcciones secundarias, indican que la muralla tiene 8.851,8 kilómetros de longitud y se extiende desde la frontera china con Corea, al borde del río Yalu, hasta el desierto de Gobi, en Mongolia. Hoy en día, sin embargo,  se conserva en condiciones un 30 por ciento de la muralla que en su época de apogeo, durante la dinastía Ming, fue custodiada por más de un millón de guerreros. 
La Gran Muralla China es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1987 y una de las maravillas del mundo. Está hermanada con la muralla romana de Lugo, que también forma parte de la familia de los monumentos elegidos por la Unesco para honrar y salvaguardar las creaciones del ser humano. En este caso  puede sorprender porque tiene también fama de ser el mayor cementerio del mundo. Se calcula que más de 10 millones de trabajadores murieron en su construcción. 
Al igual que ocurre con las Pirámides de Egipto, resulta sorprendente como en épocas tan remotas se pudo construir algo tan grandioso. Es prácticamente imposible imaginar la cantidad de piedras utilizadas en los muros, escalones y torres de esta gran fortaleza y de cómo los trabajadores de hace cientos y miles de años, eran capaces de maniobrar bloques de piedra que pesaban varias toneladas. 
Se calcula que una quinta parte de la población de china participó en diferentes épocas en la construcción de la muralla y que muchos de los cuerpos de los obreros que murieron sirvieron para amortizar el peso de las piedras. Teniendo en cuenta el coste de tan magna obra, la mayoría de los trabajadores eran esclavos o prisioneros que trabajaban de sol a sol por un pedrusco de pan. La mayoría moría en el intento y eran reemplazados inmediatamente por nuevos infelices que no tardarían en fallecer. Parece ser que los jesuitas fueron los primeros en relatar la crueldad con la que eran tratados los “trabajadores” de la muralla.
   También hay leyendas que relatan el sufrimiento de muchas mujeres que lloraban la muerte de sus maridos fallecidos debido a la hambruna y el maltrato de los vigilantes de la muralla. Una de ellas, Chiag Un llegó a esperar hasta diez años el regreso de su marido y al ver que los años pasaban decidió ir a buscarlo. Cuando llegó al lugar donde supuestamente debía estar su marido los vigilantes se rieron de ella asegurando que el marido había fallecido hacía años y que si quería encontrarlo tendría ella misma que destruir el muro. La mujer suplicó a los dioses y lloró tanto que sus lágrimas creó un gran socavón en el muro que finalmente de se derrumbó dejando al descubierto el cuerpo de su marido. 
Este es solo un ejemplo de las múltiples leyendas que rodean la construcción de esta inmensa fortaleza cuya misión era proteger a los chinos de la invasión de los bárbaros del norte. Algo para lo que no funcionó ya que solo protegía a los habitantes contra grupos desorganizados de bandoleros pero no de ejércitos organizados que eran más que capaces de destruir y sobrepasar el muro allá por donde llegaran a pesar de su altura, 8 metros y de su anchura, unos 7.   
   Dar un paseo en la actualidad por la muralla es a veces un tanto complicado teniendo en cuenta que los escalones tienen en muchos casos una altura de medio metro. Parece ser que antiguamente se evitaban los escalones con amplias rampas lo que nos da una idea bastante clara de la función real de la muralla. Las torres que se encuentran a lo largo de todo el recorrido no solo servían como torres vigía sino también como "torres correo" por lo que la Gran Muralla China,  sirvió durante muchos años de vía de comunicación, tanto a modo de "autopista" como de "telefonía móvil". De torre en torre se avisaba sobre la llegada de caravanas, noticias de cualquier índole e incluso sobre la propagación de grandes epidemias y sirvió también para trasladar ejércitos a toda prisa y como  vía de comercio llegando con relativa facilidad a los países del Golfo Pérsico y posteriormente a los del Mediterráneo.







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