DÍA NUEVE – LUNES 23 DE MARZO
SEGUNDA SEMANA
Hoy es lunes y definitivamente no me gustan los lunes. Nunca me gustaron. Cuesta mucho arrancar la semana con tantos días por delante independientemente de si tenemos que quedarnos en casa o no. No me gustaban cuando trabajaba y siguen sin gustarme. Mañana martes será un día más llevadero, aunque me temo que hay que ir a comprar pan y eso implica ir al supermercado y toparme con un montón de gente. Bueno, será mañana cuando tenga que decir aquello de valor y al toro.
Además, ha sido un día raro. La guardia civil venga a dar vueltas por la calle parando a todo el mundo preguntando que a dónde se dirigían. Paraban hasta a los taxistas. También ha pasado un coche del ayuntamiento con la megafonía a todo volumen instando a los vecinos a quedarnos en casa ante la alarma sanitaria. En español, valenciano e inglés. Para que estemos bien enterados.
Las noticias nos traen el pan nuestro de cada día. 30.000 contagiados en España, las muertes en las residencias de ancianos se amontonan, se descubre una nueva estafa de 35 millones de euros en la compra de material sanitario mientras que los políticos se sumergen en una guerra por la mala gestión de la adquisición de todo lo que necesitan los hospitales al tiempo que el gobierno inicia los trámites para solicitar la primera prórroga del Estado de Alarma.
Hace mal tiempo, lluvia y frío, lo que desde luego es bueno porque así no entran ganas de salir. De todas formas, me gustaría ver el sol y poder sentarme en la terraza para disfrutar de los rayos y de algo de calor. Dicen también que con temperaturas altas, el virus resistirá menos. Veremos a ver.
Al menos he salido de casa de forma virtual para hablar con el banco, media hora de charla con el director para ver cómo estaban y como lo llevan. Tampoco faltaron llamadas a amigos e hijos. Creo que es importante mantener el contacto y nunca está demás preocuparse por las personas que te han acompañado a lo largo de la vida. Ahora en este confinamiento tenemos tiempo y podemos dejar que pasen las horas hablando por teléfono. Porque los mensajes de WhatsApp y correo electrónico están muy bien pero no hay nada como las voces de las personas. Pienso que no es lo mismo leer “estoy bien" que escuchar esas dos palabras de un amigo o familiar pronunciadas con todo el sentimiento que se puede poner en cada una de las letras.
Es lunes y un lunes algo triste por lo que tenemos que mantener el ánimo a buena altura. ¡Que no falte el ejercicio! Nunca pensé que lo diría, pero ¡bendito sea YouTube! Al margen del programa de ejercicios que ya tenía he buscado otros cinco para no aburrirme. Mañana empiezo otro y luego haré un poco de zumba para no perder el ritmo. Estoy pensando buscar también clases de baile por internet a ver si aprendo algunos de los ritmos latinos que tanto me gustan. O algún baile de salón. Me lo tendré que pensar. ¡A ver si de esta crisis va a salir toda una "población fitness"!
También hay que cuidar el paladar así que me tomé esta tarde la libertad de hacer un bizcocho de cerezas. ¡No hay nada como endulzar la vida!
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