LA EXCUSA DE LA ESCLUSA
Tras un día como los demás, eso es, con lluvia, hemos llegado a Roermund
aunque no a la marina que habíamos planeado. Y es que no todo puede ser
perfecto. En un viaje siempre hay que contar con imprevistos y contratiempos.
De momento el único problema ha sido la lluvia y el viento pero hoy se nos ha
presentado otro problema.
Salimos de Venlo sin novedad camino a Roermond con otras dos esclusas en el camino. Lo de las esclusas no lo voy a volver a contar porque sería un poco cansino además poco a poco vamos aprendiendo.
Sin embargo cuando uno tiene previsto pasar por una esclusa para ir a un sitio determinado y se encuentra con el hecho de que está cerrada “por obras”, pues la cosa cambia. Se nos presentó una situación un poco complicada ya que para llegar a una marina en medio de la lluvia, o bien dábamos marcha atrás un par de kilómetros, o avanzabámos por el Julianakanaal otros siete kilómetros buscando una marina incierta.
Optamos lógicamente por la primera opción y llegamos a una pequeña marina en Asselt, una localidad en las afueras de Roermond.
Hay que considerar, insisto, que
los holandeses son de lo más amable y ayudan en lo que pueden chapurreando inglés. Claro que no siempre tenemos la misma
percepción de las cosas así que cuando nos explican en la Marina de Asselt que
la tienda más próxima estaba a un kilómetro no lo dudamos, bolsa en mano y
rumbo a la tienda
. Aunque había de todo en la nevera y despensa hacía falta pan
y total un paseo nos iría bien. Pero lo del kilómetro…… No era uno, ni dos, ni
tres….. Diría yo que casi cuatro de ida y otros tantos de vuelta. Pero la
tienda, efectivamente estaba ahí. Era en realidad un gran centro comercial con
todo tipo de comercios, incluido un gran supermercado. Sobra decir que con tanto kilómetro por medio
no pudimos comprar mucho pero si lo suficiente para llenar el estómago mañana.
Ya sé que somos pesados hablando constantemente del tiempo pera la verdad es que tanta lluvia
es un poco cansado. Alfonso es el que se
lleva la peor parte ya que ahí, al timón, con la lluvia cayendo es el que más
se moja. Rafa le acompaña pero está algo más resguardado aunque también termina
más que mojado.
Y luego parece que las
nubes y el sol nos están tomando el pelo. Llueve cuando navegamos y en cuanto
llegamos a puerto sale el sol. Ahora mismo y son las 19.19 hay un sol de
justicia y este sitio es muy bonito. Todo apunta a que seguiremos disfrutando
del buen tiempo mañana y durante los próximos días. Ya iremos contando. A lo
mejor de las lentejas o sopas calientes tenemos que pasarnos a las ensaladas
bien fresquitas. Quién sabe.
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