lunes, 8 de junio de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA OCHENTA Y CUATRO

 DIA OCHENTA Y CUATRO – SABADO 6 DE JUNIO 

CULTURA PARA TODOS 

 

 

      Hoy es el cumple de Velázquez. ¡Felicidades!  Y seguro que lo celebra por todo lo alto con sus amigos Goya, El Bosco, Ribera, Rosales, Ribalta por citar tan solo unos pocos cuya obra se encuentra en una de las más importantes pinacotecas del mundo. Y es que hoy es un gran día. Los grandes museos de Madrid, El Prado, Thyssen y Reina Sofía, han vuelto a abrir sus puertas tras el confinamiento. Sin duda una noticia que nos lleva a lo que es la normalidad de toda la vida porque sin arte y sin cultura, no somos nada.

      Los museos abren sus puertas con todas las medidas de seguridad necesarias para evitar el contagio lo que significa que no habrá aglomeraciones. ¡Por fin! Porque ir al Prado ha sido en las últimas décadas toda una aventura. Tras esperar horas en la cola para adquirir la entrada ha sido luego casi un milagro poder ver las obras maestras debido a la cantidad de gente apiñada delante de los cuadros. Ahora, para evitar contagios, la entrada a las pinacotecas se hará con "cita previa" y si esto es la "nueva normalidad" la aplaudo porque por fin podremos disfrutar de verdad del arte sin tener que acercarnos a empujones a las pinturas y maldecir a todos aquellos que se empeñan en hacerse un "selfie" delante de Las Meninas.

      Con esto del coronavirus, al menos en lo que a los museos se refiere, nos hemos quitado de encima las aglomeraciones y los "selfies", Porque digo yo, ¿a quién se le ocurre hacerse una foto con la cara tapada con la mascarilla? Y es de uso obligatorio con lo que no te la puedes quitar, tan siquiera para un retrato. Ya prohibieron hace tiempo los "palos de selfie" al descubrir que la gente los manipulaban sin cuidado con lo que en algunos museos dañaron más de un cuadro. Ahora las fotos delante de un cuadro no tienen sentido con lo que, a lo mejor, dentro de poco, volvemos a poner a los museos en el lugar que les corresponde. Eso es, guardianes de nuestra cultura abiertos exclusivamente para dejarnos impregnar de su belleza y sabiduría. No para regresar a casa con una fotografía delante de una obra maestra con el único objetivo de demostrar que has estado ahí.

      Me llegan noticias de las grandes ciudades donde lo de mantener las distancias no lo tienen muy claro. Bueno no es que no lo tengan muy claro, es que les resulta algo complicado porque son muchas personas viviendo en poco espacio. Montada en mi bicicleta miro a mi alrededor. ¿Aglomeraciones? Va a ser que no. Esto es un auténtico paraíso donde tienes sitio de sobra hasta en la playa. Unas playas que por cierto no están abiertas en todos los pueblos por lo que me temo que en el nuestro tenemos intrusos.  Porque a mí, de año en año, las caras me suenan. También las sombrillas y hasta las sillas. Pero en estos últimos días he visto caras nuevas y sombrillas que antes no estaban. Bueno, dicen que compartir es saludable. Ya volverán a sus playas cuando las abran. De momento que disfruten aquí.

     También tenemos claro que conviviremos con la mascarilla hasta septiembre, por lo menos.

      Mañana domingo veremos a ver qué pasa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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