lunes, 1 de junio de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA SETENTA Y OCHO

DIA SETENTA Y OCHO – DOMINGO 31 DE MAYO 

EL FUTURO – UNA INCOGNITA 

 

      Hace dos semanas hablé de la más grande. Hoy recuerdo a su hijo Antonio Flores, fallecido hace 25 años y que al igual que su madre dejó una huella profunda en el panorama musical español a pesar de su juventud. Parecía vivir perdido en el mundo, pero a lo mejor el mundo estaba perdido dentro de él.

              “Prometo ver la alegría

               Escarmentar de la experiencia

               Pero nunca

               Nunca más usar la violencia”

      Todo un manifiesto pacifista escrito por un chaval cuyo talento todavía estaba por descubrir.

      ¿Será verdad eso que dicen que los mejores son siempre los primeros en irse?

      ¿Será por eso por lo que tenemos los políticos que tenemos? Esos que no se van nunca y me refiero solo a que se vayan a su casa.       

      Me mandan uno de esos chistes que circulan por las redes desde que comenzó el confinamiento. "Al final tenían razón los extraterrestres: los encuentros serán en la tercera fase".

      Pues ahora dicen que no, no será en la tercera y como no hay cuarta fase, a saber, cuándo. La apertura del movimiento entre provincias y menos aún comunidades no está fijada, pero eso sí, los turistas llegarán a partir de Julio. Sobre eso sí hay acuerdo.  Es nuestra industria nacional, lo entiendo. Pero ¿y nosotros?

     Además, los turistas ya podrían estar aquí. Es muy sencillo. Cualquier extranjero que quiera venir a España se compra su billete, tiene su pasaporte en mano y además se hace el test del Covid-19 para certificar que llega a nuestro país libre de la enfermedad.

      ¿Quién paga el test? Pues el que viaja. Y si nosotros queremos viajar al extranjero, igual. Así certificamos que entre país y país solo circulan personas libres del virus y evitaremos contagios completamente innecesarios. Para viajar a algunos lugares exóticos es necesario ponerse ciertas vacunas así que no veo el problema de obligar al viajero a hacerse un test. Y si la persona que llega a nuestro país resulta contagiada aquí, será bajo su propia responsabilidad. Es más, de esta forma sabremos con mayor seguridad dónde surgen los contagios. El caso es que no nos vamos a poder mover en nuestro país hasta que el gobierno considere aquello de "la nueva normalidad". En cualquier caso, el turismo merece una profunda reflexión.

      ¡Estoy del confinamiento, de la desescalada, de las fases y de la nueva normalidad hasta las mismísimas! Estoy con Rafael Nadal, no quiero una nueva normalidad quiero la que tenía antes. Claro que la mía no se parece nada a la suya. Porque él, al margen de ser un gran deportista, es de esas personas que pululan discretamente por el mundo ayudando al prójimo.  ¿Qué hay que achicar agua y ayudar a limpiar? Se hace. ¿Qué hay que donar un millón de euros para restaurar desastres? Se dona. ¿Qué hay que hacer oídos sordos a los de las gradas cuando le critican? Se hace. Nunca una mala cara, nunca un mal gesto, una mala palabra. Tan siquiera cuando la ex ministra francesa de Sanidad y Deportes, Roselyn Bachelot, le acusó de dopaje. Es obvio que Nadal ganó el juicio. Aun así, la "señora" no se arrepintió. Bueno, pues el tenista quiere volver a su normalidad de toda la vida para recuperar su raqueta y ayudar a los demás.

      Pero mi normalidad es muy diferente. No es que no sea solidaria, hago lo que puedo, pero soy un poco más agarrada a mí misma. Ahora voy a tener que hacer concesiones porque está claro que si algo nos ha enseñado el Covid-19 es que no podemos seguir como antes. Algo tenemos que cambiar y tendremos que tener en cuenta muchas cosas que antes eran solo "de los demás". Así que propongo un juego. ¿Qué concesiones somos capaces de hacer para promover un cambio en la sociedad? ¿Qué podemos dejar de nuestras vidas y que cosas nuevas podemos añadir para mejorar la calidad del planeta?

      Voy a reflexionar sobre el asunto y hacer una lista. Seguro que hay muchas cosas que, aunque lo parezcan no son tan importantes y puedo vivir sin ellas sin  problemas.

      De momento vamos a ver qué pasa mañana. Lunes con toda una semana por delante. Al menos podré darme un baño y nadar un poco. Aquí han tenido el sentido común de abrir las playas con la única restricción de mantener las distancias. ¡Bien! No necesito parcela, no tengo que pedir la vez y no tendré que pelearme con nadie. Eso es al menos lo que espero. Mañana ya veremos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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