viernes, 12 de junio de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA OCHENTA Y NUEVE

DIA OCHENTA Y NUEVE – JUEVES 11 DE JUNIO 

UNICA ESPERANZA 

 

 

      Dicen los responsables de la Organización Mundial de la Salud que no nos hagamos ilusiones. La vacuna contra el Covid-19 no estará lista hasta mediados del año que viene porque si bien hay ya estudios muy avanzados no se puede pisar el acelerador en cuanto a las pruebas clínicas se refiere.

      Aun así, muchos laboratorios han anunciado que ahí están, ensayando sus pócimas en humanos a ver qué pasa. Porque esto no es una cuestión de vacuna, aunque también lo es, es más una cuestión de prestigio y de llenar las arcas de la empresa con una venta que seguro será multi-super-hiper-millonaria. Está claro que en momentos así nadie quiere perder la ocasión de convertirse en uno de los grandes dentro del mundo farmacéutico. Si luego, con la vacuna en mano la distribuyen de forma gratuita pido mil perdones y retiro lo dicho.

      En estos momentos hay 126 proyectos que desarrollan una vacuna contra el Covid 19 según el organismo internacional. Diez de estos están en una fase más avanzada siendo la mayoría de empresas chinas, aunque las hay también de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. La OMS ha anunciado asimismo que se ha avanzado mucho en el tratamiento de la enfermedad, aunque está claro que hasta la llegada de la vacuna o de un medicamento que mate definitivamente al intruso, el mundo no estará a salvo del coronavirus.

      Alcanzar la inmunidad de rebaño, eso es que más de un 60% de la población mundial tenga anticuerpos, solo se puede conseguir con la ayuda de una vacuna o dejar que todo el mundo se infecte lo que colapsaría, ya no solo el sistema sanitario de los países sino también todas las actividades en general. Con este escenario resulta sorprendente no solo la existencia de movimientos anti-vacunas, sino también su eficacia a la hora de lanzar sus mensajes en las redes sociales. los hay para todos los gustos.

      Y mientras esperamos la vacuna hay que seguir avanzando en nuestro día a día. Ahora el escenario se centra en el nuevo curso escolar que comenzará en septiembre. Dice la ministra que todo el mundo al cole mientras que el profesorado y asociaciones de padres se tiran de los pelos. ¡No estamos preparados! Seguro que no, pero tienen dos meses para prepararse y estoy convencida de que hay capacidad suficiente para conseguirlo.

      Si en diciembre del año pasado fuimos capaces de organizar, en tan solo unas semanas, una Cumbre de Naciones Unidas Sobre el Cambio Climático que se tenía que haber celebrado en Chile, donde no se celebró debido a la tensa situación social en el país y luego unos meses más tarde montamos un macro hospital en Ifema en un par de días ¿no vamos a ser capaces de organizar los estudios de nuestros hijos?  ¿O es que todo tiene que ser a escala internacional para que funcione?

      Estoy convencida de que hacen falta más recursos, pero se me ocurren muchas ideas para liberar dinero público. Por ejemplo, somos el país europeo con más políticos de nunca jamás. Tenemos instituciones por triplicado y en general una administración pública demasiado grande y muchos servicios con competencias que no parecen quedar demasiado claras ya que las tareas se quintuplican muchas veces.

      A lo mejor el Covid-19 nos va a enseñar que ya va siendo hora de apostar por las generaciones futuras. Según el informe PISA del año pasado, que es un estudio internacional que mide las competencias en diversas materias de los alumnos de 15 años en gran parte del mundo, en España el nivel no está precisamente para tirar cohetes, más bien todo lo contrario.

      Creo que, invirtiendo un poco más, no solo de dinero, sino de interés por parte de los políticos podemos conseguir un alumnado brillante y con perspectiva de futuro. Porque no hay niños tontos, lo que hay son niños con capacidades y formas diferentes de entender y aprender las cosas. Clases más pequeñas, atención más individualizada, más profesorado con acceso a formación continua, mejor utilización de la diversidad cultural, la lista es interminable. No es fácil, desde luego que no, pero no imposible.

      ¿No hemos llegado a la luna y a marte? Entonces ¿porque no vamos a conseguir una enseñanza adecuada, útil y divertida para nuestros hijos? A fin de cuentas, ellos son los herederos de este desastre que estamos dejando.

 

 

 

 




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