martes, 2 de junio de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA SETENTA Y NUEVE

DIA SETENTA Y NUEVE – LUNES 1 DE JUNIO 

TURISMO ESPACIAL 

 

 

      ¿Cómo va a ser la nueva normalidad? Pues visto lo visto, como la de antes, ni nueva y menos aún normal.

      Todavía estamos metidos de lleno en la crisis del coronavirus. Empresas multinacionales, pequeños empresarios, familias y países enteros ahogados económicamente y van y lanzan una nave privada a la Estación Espacial Internacional, con dos astronautas a bordo, en un intento de demostrar que el turismo espacial será una realidad a lo largo de este año.

      Hacía nueve años que los "cohetes" no salían de Estados Unidos, el último fue el transbordador espacial Atlantis de la Nasa y los americanos han utilizado desde entonces las naves rusas enviadas desde Kazajistán. Ahora con este "experimento" llevado a cabo por la empresa privada SpaceX, creada por el multimillonario Elon Musk, se abre una puerta a la industria espacial privada para promover el turismo "ahí arriba".

      Como no tenemos suficiente con contaminar el planeta tierra y destruir lo poco que nos queda, nos lanzamos a la vorágine para machacar también "lo del más allá". No nos llega claramente con desintegrar la capa de ozono, provocar el calentamiento de la tierra, eliminar la biodiversidad, que es el alma de la tierra y como consecuencia descubrir que muchas enfermedades y  algunos virus guardan estrecha relación con esta destrucción; pues como no nos llega, a ver si también conseguimos destruir lo que está todavía más arriba.

      Dicen que se considera espacio, lo que está más allá de 100 kilómetros sobre la superficie terrestre. Dicen también que ahí no hay nada, vaya que es como un hueco vacío y digo yo que si no hay nada ¿para qué querrá alguien ir? Aunque eso de que no hay nada tampoco es verdad. Está lleno de chatarra, de la que hemos dejado los seres humanos con tanto satélite, vuelos espaciales y demás investigaciones.

     El caso es que los dos astronautas que  han viajado a bordo de la nave privada son algo así como un ensayo general para un turismo espacial que podría comenzar este mismo año. ¡Y yo sin poder ir a Valencia, Dios mío! No sé si reír o llorar. 

    El caso es que la Nasa está dispuesta a abrir la Estación Espacial Internacional al turista que tendrá que pagar la módica suma de 35.000 dólares la noche y eso incluye alimentación, estancia y el oxígeno para sobrevivir (menos mal). Pero no incluye el viaje ni la preparación necesaria para poder realizar este tipo de viajes. Un coste adicional que se estima en unos 50 millones de dólares. Y me alegro, porque esto reduce mucho, el número de turistas que podrán viajar. Al menos no habrá de momento un turismo masificado al espacio. Porque uno de los principales problemas del turismo es su masificación.

      Pero volvamos al espacio. Ese turista de lujo podrá permanecer un máximo de treinta días en la Estación Espacial ¿haciendo qué? Como no acompañen el viaje con un programa de actividades que incluya yoga o pilates a la luz de la luna o una “master-class” de cómo preparar un cóctel en estado de ingravidez, que no embriaguez, creo que el turista astronauta se va a aburrir soberanamente. Y espero que le hagan el test del Covid-19 antes de embarcar porque si encima lleva el virus al espacio ¡qué catástrofe!

     También dicen que todo esto es una prueba para más adelante poder enviar personas a Marte. ¿Por qué gustará tanto Marte? Cuando hablamos de extraterrestres son marcianos, no saturnianos, de Saturno o jovianos, de Júpiter. ¿Que tendrá Marte que no tienen los demás planetas? Por si acaso voy avisando a los marcianos. 

 ¿Os acordáis de esa película titulada "Que vienen los rusos"? Es del año de la polca pero ahora podemos hacer un remake titulado "Que vienen los terrícolas". Y me río por no llorar. Más vale que salgan corriendo y escondan su planeta en alguna otra galaxia para que no lo encontremos.

      El hecho de involucrar a empresas privadas en la carrera del espacio nos lleva también a otro dilema. Si la carrera es privada también pueden llegar a serlo los planetas. El que primero llegue se lo queda y al igual que los conquistadores llenaremos el universo de colonias o segundas residencias. Supongo que quedará muy chic eso de pasar el fin de semana en Saturno o celebrar la despedida de soltero en Marte. Para los ricos claro.

      Casi mejor nos quedamos en nuestro planeta para luchar contra el Covid-19 y demás bichos que irán apareciendo al tiempo que trabajamos para poner orden en este desorden que hemos creado.

      Hoy entramos en la Fase 2. Han abierto las playas, las grandes superficies comerciales, los bares y restaurantes, los cines y más cosas.  Han quitado las franjas horarias y casi estamos de vuelta a la vida de antes, aunque todavía no podemos salir de la provincia.

      En principio el cambio de Fase estaba previsto para Julio, luego lo cambiaron al 21 de Junio, hoy estamos a 1 de Junio y en algunas provincias disfrutarán del avance de Fase la semana que viene. 

     Insisto, el cambio estaba previsto para Julio, luego el 21 de Junio y ahora, al menos en algunos sitios, será para el lunes que viene. Yo ya me he abonado al BOE para asegurarme de salir todos los días conforme a la legalidad no vaya a ser que a lo largo de la noche decidan cambiar las normas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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