domingo, 17 de mayo de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA SESENTA Y DOS

DIA SESENTA Y DOS – VIERNES 15 DE MAYO 

HACIENDO TURISMO EN FASE 1

 

  

      Debo confesar que me siento privilegiada. Por primera vez en dos meses he experimentado una sensación de poder, como si en mi mano tuviera una varita mágica capaz de convertir mis deseos en realidad. Al despertar esta mañana he salido a la terraza y he descubierto el Mediterráneo y aún sabiendo que siempre ha estado ahí, he tenido la sensación de que alguien lo acababa de colocar exclusivamente para mi deleite. He sentido libertad.

      Estamos ya en Fase 1 por lo que tenemos derecho a movernos un poco por los alrededores así que hoy nos hemos ido de viaje. Primero a Altea la Vieja, donde teníamos que hacer unos recados, luego a Alfaz del Pi, al mercadillo de frutas y verduras. ¡Qué maravilla! Había menos puestos que de costumbre, pero todo perfectamente organizado, es más, tan organizado que ojalá lo dejen así siempre.

      El mercadillo estaba vallado y vigilado tanto en la entrada como la salida. Es una manera de recorrer los puestos colocados en forma de U para no molestar a nadie.  Gel para desinfectar las manos y luego a disfrutar de toda la fruta de temporada que entra por los ojos y con la que se te hace la boca agua. Es un colorido magnífico y también una forma de consumo de proximidad. Los productos son  de la huerta, también las naranjas, cerezas, en fin, fresco y rico.

      Luego nos acercamos al supermercado y al vivero porque una cosa es el estado de alarma y otra mi terraza. Mis flores están algo pochas, parece que han cogido el coronavirus, nadie sabe porque ni como ha sido, así que hay que darles de nuevo lustre.

      Como veis nos hemos ido de viaje y entre tienda y tienda se nos ha ido toda la mañana. Las esperas son las que son y no hay nada como la paciencia que además es una virtud. Y también la higiene. Me miro las manos y descubro que ya casi no las tengo de tanto limpiarlas.  He contado las veces que me limpie las manos en nuestro "viaje". ¿Lo podéis adivinar? Estuvimos fuera unas tres horas y he contabilizado once lavadas de mano. O sea, a cada rato. Tengo un gel en mi bolso, otro en el coche y en casa están distribuidos por todas partes esos pequeños botes desinfectantes. No sé si me estoy volviendo obsesiva o si realmente es lo que hay que hacer. El caso es que tengo la impresión de que mis manos van a desaparecer de la misma forma que no vamos a poder luchar contra el más mínimo microbio en un futuro por culpa de tanta higiene. En fin, el futuro tendrá la respuesta.

      Hoy es 15 de mayo y es San Isidro, la gran fiesta de la ciudad de Madrid, que lamentablemente se ha quedado este año sin festejos. Lo mismo ha ocurrido en el resto del país porque este es sin duda una sociedad de fiestas que atrae no solo a los españoles sino también a los extranjeros que cada vez más se mezclan con nosotros para disfrutar del Rocío, la Feria de Abril, San Juan, San Fermín, la Tomatina, San Isidro o cualquier otro Patrón o festividad que  en muy pocos años ha alcanzado fama internacional.

      Pero supongo que estos festejos, nuestro sol, playa, cultura, gastronomía etc.  es poca cosa. Al menos así lo ha decidido nuestro Ministro de Consumo que ha dicho que España es un país especializado en sectores con productores de bajo valor añadido como la hostelería y el turismo. Según un informe realizado el año pasado por la Asociación Empresarial World Travel & Tourism Council, el turismo es el sector que más riqueza aporta a la economía española con lo que la industria turística es la más importante del país.

      El señor ministro en cuestión se matriculó en Economía en la Universidad de Málaga y veo que tiene un Master en Economía Internacional y Desarrollo por la Complutense de Madrid. Lo malo es que los másteres andan algo devaluados desde hace algunos años y eso salta a la vista.

      Pero yo quería hablar de San Isidro y de mis amigos en Madrid que las están pasando canutas todavía. Se quedan en la fase 0,5 ¡a saber que será! Pero que se queden tranquilos que ya montaremos la verbena aquí en la playa cuando nos dejen. También podemos hacer un Rocío, nos vamos de peregrinaje al Faro de la Sierra Helada; una Feria de Abril en octubre, que todavía hace bueno,  en la plaza del ayuntamiento que es una monada; unas hogueras de San Juan, creo que septiembre es buen mes en la Playa de La Roda; y la Tomatina en cualquier momento, eso sí, en el campo para no manchar el encalado de los edificios. Lo de San Fermín lo veo más complicado. Aquí en la Comunidad se celebran los Bous a la mar, pero una playa de canto rodado no es la más idónea para este tipo de festejos. Claro que podríamos cambiar los toros por unos mansos corderitos.

      Pero hoy me voy con una triste noticia. Nos ha dejado Juan Genovés, artista valenciano y uno de los grandes. Recuerdo haberle conocido en la Galería Malbourough de Madrid, en la inauguración de una de sus exposiciones. Un hombre de cara amable y de talento eterno. Su obra sobrevivirá la eternidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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