jueves, 21 de mayo de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DÍA SESENTA Y SIETE

DIA SESENTA Y SIETE – MIERCOLES 20 DE MAYO 

DISTANCIAMIENTO SOCIAL 

 

 

      Dicen que el distanciamiento social son dos metros lo que significa que es algo que se puede medir.  Pero si buscamos el significado real de las palabras vemos que distanciamiento es la acción de distanciar, pero también puede ser un recurso que consiste en distanciar al espectador de la acción para que pueda adoptar una actitud crítica. Interesante porque así, viendo las cosas con perspectiva ¡podemos criticar!

     Social por su parte es algo que pertenece a la sociedad. Así que el distanciamiento social significa que tenemos que alejarnos de la sociedad y/o alejarnos para configurar una actitud crítica de la misma. Más interesante todavía.

     Sin embargo, creo que esa actitud crítica ya la tenemos, al menos con respecto a muchas personas que no se ciñen a las normas que buscan evitar la propagación del "bicho malo". Porque de lo que se trata es de guardar una distancia física entre las personas para no escupirnos en la cara y expandir el virus. Precisamente por eso nos han encerrado con los nuestros  y ahora, ya con algo de libertad, es cuando tenemos que demostrar a los Iluminados que somos responsables y perfectamente capaces de guardar las distancias. Y creo que una imagen vale más que mil palabras.

      Si no lo hacemos a lo mejor empiezan a proliferar carteles disuasorios en cuanto a la distancia se refiere. Eso me recuerda a una fotografía que tengo desde mi juventud y que muestra un cartel diciendo “Prohibido permanecer en zonas no alumbradas”. Se encontraba en el Parque del Oeste de Madrid en la época de la dictadura. Las limitaciones de reunión eran las que eran, incluso para los novios o las parejas casadas. Eso de esconderse bajo un árbol alejados de las farolas que con tanto esmero habían encendido los serenos de la época; digo que esconderse para un beso furtivo, estaba prohibido. ¡Ay si te llegan a pillar! Porque no solo vigilaba la policía sino también los serenos, la vecina de enfrente que era una cotilla y metomentodo por no hablar del párroco que a veces se daba una vuelta por el parque al anochecer para "estirar" las piernas. Una foto que conservo como un auténtico tesoro porque nunca está de más mirar hacia el pasado para recordar "aquellos" años. Sin comparar, solo recordar.

      Y eso me lleva al Pos-Covid. ¿Qué será de nosotros después de todo esto? Hay un Pre-Covid y un Pos-Covid. Antes éramos normales y después seremos ¿cómo? No me imagino disfrazada de amish o con poderes no terrenales, tan siquiera como extraterrestre con el cuerpo inundado de ampollas rojas. También me pregunto que si cuando llegue ese momento nos acordaremos de cómo éramos antes. Porque al ritmo que vamos tenemos, ya no para meses, sino para años. Un virus sin vacuna no desaparece, así como así ¿o sí lo hace? ¿Y cuanto dura una pandemia? ¿Qué secuelas dejará?

      En nuestra caminata de la tarde he pensado que a lo mejor el Pos-Covid será una época triste y con pocas libertades sobre todo después de escuchar a otro caminante decir a su compañero "Pues al final me fui con ella" a lo que éste respondió ¿Y eso cuando fue? Hubo unos segundos de silencio y luego el caminante dijo "Cuando todavía nos dejaban".

      Y veo al cisne tan majestuoso. Vive libre y sin importarle tres narices el Covid, los horarios, las limitaciones o lo que sea. Se mudó al río y ahí está feliz.   Y espero que por muchos años.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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