lunes, 27 de abril de 2020

EL COVID DESDE MI VENTANA - DÍA CUARENTA Y TRES


CUARENTA Y TRES – DOMINGO 26 DE ABRIL 

QUE NERVIOS

 

 

      Hoy ha sido un día lleno de acontecimientos. Dar el pistoletazo de salida a los más pequeños ha sido estupendo, no solo para ellos, sino también para nosotros que de pronto hemos visto gente en la calle. No a centenares, tan siquiera a decenas, pero sí algunos padres con sus hijos que han aprovechado la hora reglamentaria para bajar a la playa, jugar al fútbol, ponerse los patines, desempolvar el patinete o engrasar de nuevo la bicicleta para practicar lo que en teoría no se olvida pero que luego en la práctica se convierte en algo lejano y extraño. Siempre he montado en bicicleta, pero durante algún tiempo la dejé aparcada y ahora no me siento tan segura como antes. Claro que los años tampoco perdonan. Aun así, me gustaría tener la misma soltura que cuando era joven.

      El caso es que los niños iban tan contentos, algunos con mascarilla y guantes, otros sin y estoy convencida de que han disfrutado de este primer reencuentro con la calle a pesar del miedo ante una situación que seguro recordarán el resto de sus vidas. Asomada a mi terraza me ha llenado de satisfacción ver a personas desconocidas y algo de movimiento en la calle, aunque algunos parece que han entendido la normativa "a su manera".

      La policía y protección civil estaban vigilantes y desde luego no dudaron en parar a dos señores que subidos en sus monopatines eléctricos se disponían a dar una vuelta por los alrededores. No soy partidaria de las multas, pero en algunos casos están más que justificadas porque las normas están para cumplirlas, nos gusten o no. Este confinamiento no gusta a nadie, pero ante la amenaza del virus es lo que hay. Lo mismo piensa mi vecina, con la que estuve hablando un buen rato y que se ha mostrado indignada por el comportamiento de unos nuevos inquilinos en el edificio que no hace más que entrar y salir. Será que viven en un mundo paralelo porque hay de todo en la viña del Señor.

      Y hablando de dioses, ayer vi la última de Chris Hemsworth, película ambientada en Bangladesh, que va de malos malísimos y de él, que es bueno, buenísimo y cuya misión es rescatar al hijo de un narcotraficante hindú que ha sido secuestrado por otro. La película, pues eso, el guion, pues vaya, la historia, en fin, pero el Chris, ¡cómo está el Chris!

      Desde luego en épocas de crisis lo que más apetece es ver "cosas guapas" e historias intrascendentes para que el cerebro no sufra un cortocircuito debido a un uso excesivo. Así que opto por eso, películas con gente guapa y aventuras que no tienen demasiado recoveco. Y claro, los malos de esta película no saben que se enfrentan a Thor, el Dios del Trueno, que además es guapo a más no poder. Creo que me iré corriendo para Valhalla a ver si le encuentro en la casa de su padre.

      También tengo tiempo para la música que siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida.  Música de todo tipo porque si bien tengo predilección por algunos cantantes y compositores de mi juventud, no desprecio a los de ahora y adoro la música clásica, el jazz, el flamenco, en fin, todo. Pero a lo que iba. El otro día escuché la canción que Don McLean dedicó a Vincent Van Gogh y me puse a pensar que hubiera hecho Vincent en estas circunstancias. Estoy convencida de que se hubiera saltado el confinamiento a la torera, inconsciente de que lo hacía, porque su espíritu de libertad y su necesidad de examinar el mundo a su manera no contemplaba ningún encierro.

      ¿Y qué hubiera pintado Vincent en estos días? ¿Como sería su particular Covid 19? Nunca lo sabremos.

      Este domingo también he sabido que ha fallecido Per Olov Enquist, uno de los escritores suecos más destacados de las últimas décadas. Un hombre al que conocí y entrevisté. En mi pequeña biblioteca tengo libros suyos, uno de ellos firmado y dedicado. Fue escritor, dramaturgo y periodista conocido en España sobre todo por su libro “La visita del médico de Cámara" pero también por ser el guionista de "Pelle el Conquistador”, dirigida por el danés Billie August y que se llevó en su día el Oscar a la mejor película en lengua no inglesa.

      Se acaba el domingo y mañana definitivamente toca dar el pistoletazo de salida.

 

 

 







2 comentarios:

  1. Huela a limpio .Todo bien mientras no te bebas el desinfectante.Bss

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  2. ¡Es facil caer en la tentación!!!! Ja,ja, ja, ja

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