martes, 7 de abril de 2020

EL COVID DESDE MI TERRAZA - DIA VEINTITRES

DIA VEINTITRES – LUNES 6 DE ABRIL 

HAY GENTE PARA TODO 

 

 

      De nuevo es lunes y ahora empiezo a ver este día con más alegría ya que significa que nos queda un lunes menos para terminar el encierro. Porque esto, más que un confinamiento, está empezando a parecer un encierro. Nos auto encerramos. Sabemos que en cuanto más nos quedemos en casa, más seguros estaremos frente al virus y más protegemos a nuestras familias y amigos. Y la prensa parece corroborarlo con frases como “los españoles aceptan la necesidad del confinamiento”. También leo que Boris Johnson está ingresado y que aquí el gobierno quiere hacer pruebas masivas y aislar a los asintomáticos. Ya veremos a ver en que queda todo. 

      Claro que los hay que se saltan las normas a la torera porque al parecer el virus no va con ellos. Como es lunes, el fin de semana nos ha dejado todo un rosario de infracciones, algunos de los cuales pretenden además ser ingeniosos. Si estamos confinados no podemos ir a hacer senderismo, ni botellón, ni fiestas de ningún tipo. Pero la prensa nos informa que la guardia civil ha pillado a excursionistas, a gente que se ha ido de cervezas a un descampado y luego para colmo regresaban a casa conduciendo borrachos. También han multado a celebradores de cumpleaños, paseantes de perros que se hacen kilómetros al día, personas que compran el pan en el pueblo de al lado o compradores de periódico que llevan en la mano el de la semana pasada. En fin, para todos los gustos.

      Podría dar nombres de famoso/as, deportistas o político/as que al parecer son analfabeto/as porque no han respetado el confinamiento. Podría dar nombres, pero me los callo. En cualquier caso son de dominio público porque la prensa los publica sin ningún problema. 

      Aunque peor están en Estados Unidos. Ahí les ha dado por comprar armas, pistolas, escopetas de repetición y todo lo que hay en las armerías. ¿Se creerán que el virus se elimina a escopetazos?

      El caso es que hoy las cifras han sido mejores que ayer y eso puede indicar que vamos por lo menos en la dirección correcta. Veo a los sanitarios en la tele algo más aliviados porque ya hay al menos una cama libre, lo que también significa que cada día son más las personas que se curan del virus. La auténtica tragedia está en las residencias de ancianos donde el virus campa a sus anchas.

      La buena noticia llega de la España vaciada, de uno de los pueblos habitado principalmente por octogenarios y con un médico de familia avispado que en cuanto vio la que se avecinaba buscó el apoyo de las autoridades locales y de los familiares de sus habitantes. Cerró el perímetro a cal y a canto. Lo tenía claro, si entra el virus, la España vaciada se convierte en una España enterrada. Sabía que no podía luchar contra el virus así que lo que hizo astutamente, fue no dejarlo entrar. Si es lo que yo digo, el secreto de la limpieza no está en limpiar, sino en NO ensuciar. Lo más sensato es la prevención.

      Y así, en un santiamén se me ha ido el lunes. Eso sí, sin el cisne. Se conoce que se ha vuelta a escapar. Una pareja de guardia civiles estaba esta mañana en el puente buscándolo, pero sin éxito. Con la pandemia este rincón  ya no es su casa. Habrá buscado un lugar más seguro. Luego volverá.

      Mañana es martes, todo el día.

 

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